Las mascarillas faciales ayudan a reforzar nuestra rutina de tratamiento facial para conseguir una piel más sana.
Existen distintos tipos de mascarillas, en crema, tipo “peel off” (conforme se aplican se van secando formando una fina lámina) y las de tejido que van impregnadas de producto.
¿Cuándo debemos utilizarlas?
Lo ideal es ponerte unos días de referencia para evitar olvidos. En la mayoría de casos se aconseja utilizar dos veces a la semana (puede variar en algunas mascarillas), con lo que por ejemplo puedes usar la mascarilla miércoles y domingo.
¿Cuál es la adecuada?
Existen multitud de mascarillas faciales adaptadas a cada tipo de piel ya sea sensible, seca, mixta o grasa. Siempre debes intentar usar la que más se adapte a tus necesidades en ese momento. Existen muchas y muy diferentes (link a la tienda aquí)
Cómo se debe utilizar una mascarilla facial
- Utiliza un momento en el que estés relajada aproximadamente calculando entre 15 y 30 minutos.
- Recógete el pelo para que no moleste en el momento de realizar el tratamiento.
- Procede con la limpieza facial utilizando productos adecuados a tu tipo de piel. Si es posible después de la limpieza es aconsejable realizar un exfoliación, pero recuerda que no es recomendable para todo tipo de pieles. Las pieles con acné no se deben exfoliar.
- Aplicamos la mascarilla evitando la zona del contorno de ojos y los labios hasta cubrir toda la cara. La dejamos actuar entre 10 y 15 minutos (es posible que según el tipo de mascarilla el tiempo varíe).
- Retiramos con agua tibia y con movimientos circulares. La piel estará irritada tras la realización del tratamiento y no es bueno usar texturas que puedan aumentar esa irritación, así que al secar debemos intentar hacerlo con toques suaves.
- Tras usar la mascarilla procedemos a hidratar nuestra piel con nuestro protocolo de hidratación habitual (serum, contorno de ojos, crema facial…).
Las mascarillas de tela impregnadas de producto sólo se diferencian en que son más sencillas de aplicar.
Boticonsejos
