Es frecuente que con el comienzo del otoño y la vuelta a los colegios los niños se pongan enfermos. Las laringitis aparecen de forma frecuente en los cambios de estación y se producen como consecuencia de la inflamación de la laringe. La laringitis vírica habitualmente mejora aproximadamente en una semana por sí sola, es muy contagiosa y suele ser la más frecuente (principalmente en niños). En estos casos no sería recomendable el usos de antibióticos al no ser bacteriana.
Los síntomas de la laringitis son:
- Tos ronca muy característica de la laringitis que denominamos “tos de perro”.
- Fiebre, en algunos casos la fiebre no llega a aparecer.
- Dolor de garganta
- Afonía
- Estridor, es un ruido que aparece por la falta de entrada de aire.
Si el niño se despierta de madrugada con una tos muy ronca y con pitos, es aconsejable sacarlo al balcón o abrir la ventana para que mejoren los síntomas. Esto ocurre porque el aire frío disminuye la inflamación de las cuerdas vocales. Si en un rato no han disminuido se recomienda acercar al niño a urgencias para que un médico lo valore.
Consejos que debemos seguir en casa para que mejoren los síntomas de la laringitis:
- Evitar el tabaco y la exposición al humo alrededor del niño.
- Aumentar la ingesta de líquidos para evitar deshidratación.
- Mantener un ambiente húmedo en el hogar usando humidificadores.
- Dentro de lo posible es aconsejable no forzar la voz.
- Mantener la cama incorporada durante la noche.
Los síntomas suelen empeorar durante la madrugada y disminuir por la mañana. Ante cualquier duda o posible incremento de los síntomas (principalmente con el aumento del estridor) es necesario acudir al médico.
Boticonsejos
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