¿Qué es?
Una ampolla es una acumulación de líquido transparente en la capa externa de la piel (epidermis) que aparece como forma de defensa del organismo frente al roce (en su mayoría de un calzado), calor, pie de atleta y quemaduras entre sus causas más frecuentes. Aunque su formación es más habitual en los pies también pueden aparecer en las manos. Su aparición se nota al comenzar un calor intenso en la zona, enrojecimiento y ablandamiento de la piel.
¿Cómo debemos curarlas?
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Limpiar con agua y jabón.
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Secar bien la zona de la ampolla con gasas.
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Desinfectar con clorhexidina.
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Tapar la zona con una gasa o un apósito (recuerda que lo importante es que ninguna zona del adhesivo del apósito caiga sobre la ampolla para no romperla, salvo que esté indicado para ello)
¿Debemos romperla?
Sólo en el caso en el que esta sea demasiado grande y nos impida andar. Para ello debemos drenarla (nunca pellizcar con las manos) y realizar los pasos anteriores que he explicado para su limpieza. En este caso se podría utilizar un apósito de doble piel o específico para la curación de ampollas (hidrocoloide). En el enlace os dejo algunas ideas.
Debes recordar no retirar la piel en ningún momento y evitar usar el mismo calzado que te ha producido el daño hasta que la lesión se cure.
¿Cómo podemos prevenirlas?
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Usar un calzado adecuado para la actividad que se va a realizar.
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El calzado debe ser de tu talla (ni más grande ni más pequeño).
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Mantener una buena hidratación de los pies.
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Llevar una buena higiene diaria de los pies y secarlos muy bien después de la ducha para evitar humedad en la zona.
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Evita arrugas en los calcetines. Usa preferiblemente tejidos suaves y transpirables.
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Puedes usar pomadas antifricción cuando sabes que algún calzado suele rozar en ciertas zonas.
Boticonsejos
Fuente: