La obesidad puede producirse por varios motivos, pero en la actualidad la mayoría de casos de obesidad infantil están relacionados con multitud de factores que derivan de la urgencia y la comodidad. Es mucho más cómodo y más rápido comprar un bollo industrial que preparar un buen desayuno. Es más sencillo dar dulces como recompensas que dedicar tiempo a nuestros hijos. Y así multitud de ejemplos que derivan en una mala alimentación.
Por otro lado también he de decir que actualmente se está trabajando mucho en varios sectores para reducir estas actitudes, pero aún hay mucho que hacer.
Hoy os propongo unos consejos para mejorar e intentar reducir la obesidad infantil.
- Aumentar el consumo de frutas y verduras. Consumir frutas y verduras tiene multitud de beneficios como el aporte de fibra, vitaminas y minerales.
- Un buen desayuno es fundamental porque nos da la energía para poder rendir correctamente a lo largo de todo el día.
- No usar la comida como premio. Al hacerlo se acostumbra a picar entre horas y luego no comen cuando toca.
- Disminuir el consumo de bebidas gaseosas, meriendas grasas y alto contenido calórico. Esto no implica que de forma puntual se pueda tomar, pero el problema es cuando el consumo de estos productos se hacen habituales.
- No tomar comida basura de forma habitual.
- Realizar ejercicio físico. Éste aporta multitud de beneficios, entre ellos mejora la coordinación, la flexibilidad y la resistencia muscular y cardiorrespiratoria entre otros.
Boticonsejos